El 30 de julio de 1915 la Sección Histórico-Arqueológica envía al presidente de la Diputación un informe detallado –elaborado por Lluís Marià Vidal y Manuel Cazurro– sobre las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el yacimiento del Abric Agud [sic] de Capellades y en una cueva cercana –con la colaboración de Amador Romaní–, en la cueva de las Coges (Sant Julià de Ramis), en otra cueva entre Sant Martí de Llémena y Llorà, en la cueva del Foric [sic] de Os de Balaguer, en la Cova Negra de Tragó de Noguera, así como en muchas otras pequeñas cavidades y sepulcros megalíticos.

El documento dirigido a la Diputación incluye un nuevo plan de excavaciones para el año 1915 que, además de proseguir trabajos ya iniciados, incluye estudiar las murallas de Girona y Olèrdola, llevar a cabo campañas en las comarcas del Urgell y la Segarra, excavar algunos dólmenes del Solsonès propuestos por Joan Serra y Vilaró –entonces ya director del Museo de Solsona– o, finalmente, “proseguir las investigaciones prehistóricas en la raya de Aragón que tan espléndidos resultados han dado”.

Ahora bien, por primera vez y a instancias de Lluís Marià Vidal y Manuel Cazurro, la Sección hace suya la necesidad de proporcionar estabilidad a la investigación arqueológica: “[…] para proseguir […] estas investigaciones […] es preciso poder contar con personal fijo y técnico en este tipo de estudios”.

La actividad de la Sección será apabullante: Bosch Gimpera, a banda del gran proyecto del Bajo Aragón, también controla excavaciones cerca de Centelles, estudia la colección Sala de Vic y objetos del Museo Episcopal, al tiempo que Josep Colominas, otro colaborador, prospecta yacimientos arqueológicos en el Urgell y excava el Tossal de les Tenalles en Sidamon.